Tenemos que preservar las zonas o partes de las que se componen un buen calentamiento para correr, al igual que en la bicicleta o cuando realizamos un calentamiento para nadar y desechar la idea de que se puede calentar correctamente empezando a trotar despacio.
- Una primera parte correspondiente a un cuarto del tiempo lo dedicamos a movimientos articulares ordenados, empezando por arriba, el cuello y terminando por los tobillos.
- Una segunda parte o zona aeróbica en la cual el objetivo es activar el sistema aeróbico mediante ejercicios que nos hagan subir las pulsaciones, saltos, rebotes, etc.
- Una tercera parte más específica, en este caso calentamiento intenso de las zonas abdominales, muslos y piernas. Dando movilidad a las articulaciones que componen estas zonas, cadera, rodilla y tobillo. No vendría mal realizar algunas flexiones de brazos o fondos.
- Una parte final (cuarta parte) de estiramientos globales y específicos, no podemos olvidarnos realizar ejercicios de estiramientos del tren superior y el cuello.
Pero tenemos que dar más importancia al tren inferior y zona de los glúteos.
En esta parte intentaremos recuperar algo de la pulsaciones adquiridas en la parte aeróbica pero no tienen que llegar al estado anterior al calentamiento para correr.